Juan Gómez-Jurado tiene que estar muy contento de haber escrito uno de esos pocos libros que te abstraen de la realidad totalmente. El mundo sigue su curso mientras que lo único que puedes hacer tú es devorar palabra tras palabra. El escritor ha tenido la habilidad de escribir una historia trepidante donde los personajes se han descrito por completo en unas pocas líneas, y no ahogarte en tediosos párrafos.
Simon Sax es un brillante informático que está a punto de firmar el contrato de su vida con una gran empresa, todos esos años de avances y retrocesos parecen que quedan muy lejanos hasta que su amigo/compañero/abogado/socio aparece asesinado unos días antes de firmar el contrato.
El protagonista se refugia en el cuidad de su hermano con síndrome de Down y en la vida que lleva con su misteriosa novia Irina, que es ucraniana y de la que apenas conoce nada sobre su pasado.
Juan Gómez-Jurado ha tenido la creatividad suficiente para suministrarnos pequeñas dosis de la misteriosa vida de Irina en la que nos sumerge en el mundo de la trata de blancas y droga por parte de mafias ucranianas que se han integrado perfectamente en Chicago.
La lectura es muy amena y rápida, te engancha desde la primera palabra. En mi caso venía de leer otro trabajo suyo, La leyenda del ladrón, que no me gusto mucho. Todo lo contrario a éste, que se lo recomendaría a cualquiera.
Mi nota es un 4,5 sobre 5
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