Juan Gómez-Jurado tiene que estar muy contento de haber escrito uno de esos pocos libros que te abstraen de la realidad totalmente. El mundo sigue su curso mientras que lo único que puedes hacer tú es devorar palabra tras palabra. El escritor ha tenido la habilidad de escribir una historia trepidante donde los personajes se han descrito por completo en unas pocas líneas, y no ahogarte en tediosos párrafos.
Simon Sax es un brillante informático que está a punto de firmar el contrato de su vida con una gran empresa, todos esos años de avances y retrocesos parecen que quedan muy lejanos hasta que su amigo/compañero/abogado/socio aparece asesinado unos días antes de firmar el contrato.